Novilladas de abono

Mariscal Ruiz fue el ganador del V Circuito Andaluz de Novilladas

El novillero de Mairena del Aljarafe mostró una enorme disposición con sus dos novillos y se alzó con la victoria del ciclo.

El novillero de Mairena del Aljarafe mostró una enorme disposición con sus dos novillos y se alzó con la victoria del ciclo. / José Angel García

Antes de entrar en el meollo del festejo convendría subrayar algunas constantes. Podríamos empezar por el excelente ambiente previo, la labor de campo de la Fundación del Toro de Lidia y la magnífica entrada registrada en los tendidos de la plaza de la Maestranza que se une al espíritu de reacción que ha seguido a la cacicada, en el más puro estilo bolchevique, del lamentable ministro de cultura Ernest Urtasun. A ese telón de fondo habría que añadirle la encomiable entrega de tres novilleros que, cada uno con sus circunstancias, han debutado esta misma temporada en el escalafón de los festejos picados. Pero hay más: el sano pique que acompaña a los partidarios de Mariscal y Zulueta añadía sal y pimienta a esta final, que a la postre, iba a fallar por la parte ganadera...

Esa es la verdad y aunque Mariscal Ruiz ha sido un digno, merecido y más que justo ganador de este quinto Circuito de Novilladas de Andalucía, también hay que reconocer que la novillada de Fermín Bohórquez no fue el mejor material para valorar el verdadero estado de forma y fondo de sus dos compañeros que, como el ganador, dieron lo mejor de sí mismos en todo momento y se hicieron dignos merecedores de la ovación que siguió al paseo.

El consejero Sanz y Litri, padrino de esta edición del Circuito, en la entrega de trofeos. El consejero Sanz y Litri, padrino de esta edición del Circuito, en la entrega de trofeos.

El consejero Sanz y Litri, padrino de esta edición del Circuito, en la entrega de trofeos. / José Angel García

Pero lo que cuentan son los resultados y el novillero de Mairena del Aljarafe iba a marcar la diferencia cortando la oreja del tercer novillo del envío de Fuente Rey, un ejemplar que mostró más codicia en los primeros tercios que el resto del encierro y se dejó en la muleta, sólo a medias, como no lo hicieron la mayoría de sus hermanos. Mariscal, después de tomar los palos, iba a comenzar su faena con unos ceñidos estatuarios que el bicho tomó con cierta alegría pero la embestida, por más que fuera algo más potable, no tardaría en ir a menos.

A pesar de todo, el ganador del certamen se iba a mostrar templado y centrado en todo momento en una labor, que no estuvo exenta de detalles de calidad, en la que brilló su excelente actitud, sus ganas de reunirse con el novillo y la contundencia de su espada -se tiró a matar de verdad- que fue clave para poner en sus manos la única oreja que se acabaría cortando en el festejo.

Mariscal iba a resultar cogido aparatosamente por el sexto novillo de la noche, afortunadamente sin consecuencias

Cuando salió el sexto pesaba el escaso fondo de la novillada de Bohórquez y el largo metraje del espectáculo. Pero a esas alturas, a tenor de los resultados, ya estaba más o menos clara la victoria del certamen. A pesar de todo, Mariscal Ruiz no dudó en marcharse a la puerta de chiqueros dispuesto a despejar cualquier duda aunque la larga, perdiendo el capote, no iba a salir redonda. Eso sí: expuso todo en banderillas, especialmente en un tercer par dictado al quiebro y volvería a mostrar una encomiable compostura con un animal, brindado a sus compañeros, que no iba mostrar entrega ni clase.

El novillo le rebañó la entrepierna en cuanto lo tuvo a tiro; pareció pegarle un auténtico navajazo del que salió cojeando levemente. Después de la larga pausa para recomponerle la ropa volvió a emplearse y a entregarse a tope sin importarle los tornillazos del bicho. En la recta final de la faena, con la muleta montada por manoletinas, volvería a ser alcanzado en una angustiosa voltereta de la que salió indemne.

Novillada Novillada

Novillada / José Angel García

Javier Zulueta, que quedó como segundo clasificado, estrenó el precioso vestido rosa palo y oro que se había ganado en la final del ciclo de promoción de nuevos valores del pasado verano. El novillero sevillano iba a brindar a su hermana Macarena, alguacililla de lujo, que tendrá que esperar a mejor ocasión para entregarle un trofeo en el coso sevillano. Pero Javier, que vuelve a estar anunciado el día del Corpus, se entregó de verdad en todo momento aunque apenas tuvo opciones con un segundo, vacío de todo y protestado por flojo, con el que sólo pudo demostrar su compromiso, enseñar su buen concepto del toreo y matarlo por arriba. Sí pudo torear de capa con calidad al quinto, un utrero deslucido con el que se reunió con sinceridad aunque se acabaría atascando con la espada.

El Mella, que se trajo una buena avanzada de partidarios de Barcarrota, su localidad natal, iba a hacer de su encomiable entrega la mejor arma. No había podido ser con el primero, un novillo insulso y sin ningún recorrido, pero estuvo cerca de amarrar el triunfo con el cuarto, recibido a portagayola y parado con un ramillete de largas y faroles de rodillas. El novillero extremeño, que había brindado a El Litri, se apretó con su enemigo en el explosivo inicio de faena pero la cosa se iría diluyendo a la vez que la embestida del animal, que se dejó a medias, comenzaba a flaquear. Todo fue a menos.

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