Con la ley antitabaco los bares y restaurantes de Granada vieron como salvación la colocación de las terrazas. Así, en los dos últimos años las calles de la capital se han poblado de mesas y sillas como elementos imprescindibles para llamar al público. Lo que quizás no saben los clientes cuando toman unas tapas en una terraza es que el Ayuntamiento cobra entre 200 y 400 euros por cada conjunto de mesa y silla instalado. Una cuantía que depende de la categoría de la calle en la que se encuentre el establecimiento. Por ejemplo,en Navas roza los 400 euros por año.

Pese los altos precios los dueños de los restaurantes lo tienen claro: Les compensa instalar la terraza. En este sentido, el propietario de El Rincón de Cristóbal, Cristóbal Solano, explica que "es imprescindible tenerla pues la gente busca espacios en los que se pueda fumar". De hecho, según cuenta, aunque en un grupo de clientes solo fume uno de ellos, éste "suele tirar de los demás" y acaban todos sentados en las mesas de la terraza.

Aunque los precios son altos, los propietarios de los restaurantes y bares granadinos tienen otras preocupaciones. Se quejan más por los horarios en los que está permitido tener la terraza puesta y el número de mesas y sillas que pueden instalar que por los pagos. De hecho, según explica Solano, con la última regulación ha tenido que reducir el número de mesas y como consecuencia, el de empleados. "Antes solíamos llamar a dos personas más que ahora no sabemos todavía si nos van a hacer falta". Según cuenta, habrá que esperar hasta el inicio definitivo de la temporada para ver las necesidades con las que cuenta el bar.

En otra zona de la ciudad, en la calle Navas, algunos propietarios se quejan de lo mismo. Quieren instalar más mesas pero la calle es demasiado estrecha por lo que resulta imposible. Miguel Ángel Cortés, de la Taberna de La Abuela, explica que por este motivo este año también ha tenido que reducir la plantilla. "El Ayuntamiento nos ha dicho que solo podemos instalar las mesas que entren en el espacio que ocupa la fachada de cada establecimiento". Así, de tener nueve mesas ha pasado a montar solo cinco con la pérdida de clientes que esto conlleva.

Pese a todo, Cortés augura un inicio de temporada positivo, por lo que intentará recuperar a los empleados si va bien.

Francisco Rodríguez, propietario de El enganche y La divisa blanca -situados también en la calle Navas-, relata lo mismo. No tiene pegas sobre los precios que tienen las mesas en la calle pues entiende que el Ayuntamiento necesita dinero, pero sí cree que el Consistorio "debería dar más margen de maniobra por ejemplo, en los horarios. En verano a las 23:30 hay que decirle a los clientes que terminen pronto porque no se puede estar en la terraza". 

Tampoco le convencen demasiado las medidas obligatorias que deben tener las mesas, pues a su juicio son más grandes de lo necesario y "lo veo muy bien si se sientan cinco personas, pero cuando son menos nos vendría mejor algo más pequeño". Aun así, Rodríguez está encantado con la calle en la que tiene sus dos establecimientos pues "es una calle muy bonita y con muy buen ambiente ", en la que, a su juicio, lo mejor que hay - y lo más rentable- son estas mesas.

Los clientes, por su parte se muestran encantados. Belén Fernández que se encontraba ayer en Los Diamantes 2, también situado en la calle Navas, está totalmente a favor de que los bares puedan instalar sus terrazas. Según su opinión, en calle Navas "tampoco ocupan tanto", por lo que "no creo que molesten". Marta León, que también se estaba ayer tomando algo en el bar Colón dijo que lo importante ahora es "apostar porque la hostelería funcione con terrazas o sin terrazas", pues es el turismo es uno de los principales "motores económicos de Granada".

El pasado año la capital registró un aumento del número de solicitudes para instalar terrazas del 17%, según explicó en su momento la concejal de Comercio y Ocupación de la Vía Pública, María Francés. Este porcentaje refleja la clara tendencia de los empresarios granadinos por instalar una terraza a las puertas de su negocio que les llene el local. Si en 2011 se registraron 609 registros, en 2012 fueron 735. En total, el año se cerró con 589 terrazas, que este año podrían ser más.

Con respecto a las quejas por el números de mesas, Francés explicó ayer que el Ayuntamiento hace lo que puede en la medida en que los bares solicitan las terrazas, pues si dos que son vecinos desean instalar una, "hay que repartir el espacio". Aun así, "intentamos ser lo más equitativos posibles". Asimismo, indica que el Ayuntamiento atiende a tres parámetros: "aforo, superficie construida y espacio que proyecta", para conceder las licencias.

La tabla de tarifas ordinarias por conjunto de mesa y silla está recogida en la Ordenanza Fiscal número 11 del Ayuntamiento de Granada. Y no es lo mismo montar un par de mesas con sillas que instalar un tonel con un taburete.

Las calles Alhamar, Ancha de Gracia, Avenida de Dílar o plaza Bib Rambla se encuentran en zona uno, por lo que los propietarios de los establecimientos pagan hasta 398,65 euros por conjunto de mesa y silla. Sin embargo, las calles de las categorías 2, 3 y 4 pagan 354, 310 y 265 euros respectivamente. A estas cifras hay que sumar otros complementos como mesas auxiliares, estufas, tarimas y demás elementos análogos, que también cuestan dinero.

Lo más barato es tener un tonel o un velador, que sale en calles de primera categoría por 199 euros, y que desciende paulatinamente hasta los 107 que cuesta en las calles de categoría seis del callejero fiscal granadino. Otra de las posibilidades que ofrece el Ayuntamiento es que los establecimientos contraten por temporadas de cinco o siete meses, que normalmente se corresponden con los meses de primavera y verano.