La temporada del Granada CF será recordada como una de las peores de su historia, tanto dentro como fuera del campo, en todas sus instancias.

El primer equipo masculino está sobreviviendo al inevitable descenso jornada tras jornada con la mejoría tras la llegada de Sandoval, que han supuesto dos victorias de mérito en casa con porterías a cero en la evidente pérdida de presión de los rojiblancos.

Aunque el destino final parece inevitable por que habría que ganarlo todo y confiar en que pase lo contrario en los equipos rivales. De hecho, perder ante el Sevilla y que ganen Celta y Mallorca podría suponer esta misma jornada el descenso a La Liga Hypermotion, una verdadera jungla.

Después del ascenso, lo que se esperaba que fuera un momento de celebración pronto se vio empañado por la incertidumbre, con rumores de una posible venta del club circulando durante semanas y que paralizó la planificación por mucho que Amado, Yang o quien fuera lo intentase negar. Aunque esa opción fue descartada, el inicio de la temporada no fue como se esperaba, ya que no hubo una presentación oficial del equipo en el estadio de Los Cármenes debido a la renovación del césped. Esto obligó a trasladar el amistoso contra el Almería al Power Horse Stadium.

El filial también sufrió las consecuencias de un verano demasiado pobre en planificación, ya que aunque se oficializó hace un par de semanas, en las que el equipo curiosamente ha encadenado las dos victorias que no había conseguido juntar en toda la temporada, están descendidos desde hace meses y la diferencia con el resto de equipos es grande, tanto que lo convirtieron en el peor de la categoría, ya no solo del Grupo II.

Aunque los responsables directos y las caras más visibles son los once protagonistas en el campo y el entrenador, este cúmulo de malas decisiones y por lo tanto, consecuencias negativas (no hay que olvidar que el Granada quedó eliminado de Copa por alineación indebida) viene desde arriba en lo que ha supuesto una gran decepción y enfado en la afición del equipo de Los Cármenes.

La avaricia rompe el saco

Una de las primeras polémicas de la temporada fue en la presentación de la campaña de abonados, donde se anunció que volverían los días del club, el nombre que recibió la decisión de sacarle 30 euros más a los abonados que quisieran ir a los encuentros frente a FC Barcelona y Real Madrid.

Con el equipo a un paso del volver a Segunda, la afición esperaba un gesto amable por parte del club eliminando el suplemento para el choque contra los de Ancelotti, algo que evidentemente no va a pasar.

Es probable que esto cause que muchos granadinistas de verdad vendan o cedan su asiento a aquellos que prefieran ver al Real Madrid, y que muchos que vayan de rojiblanco, en su cabeza celebren los goles que metan los merengues en Los Cármenes, si es que lo logran.

Otra reciente polémica afecta al próximo partido del Recreativo Granada, que este domingo recibe al Córdoba en Los Cármenes. Ante la previsión de que vinieran muchos cordobeses ya que los suyos se están jugando el ascenso, la directiva decidió poner entradas a 25 euros, un precio desorbitado y más caro que en otras ocasiones, aún cuando el filial nazarí ya está descendido y es colista desde hace meses. 

El Córdoba tiene motivos legítimos para quejarse por dos razones principales. En primer lugar, el precio de las entradas en todos los partidos disputados esta temporada en el Nuevo Los Cármenes ha sido de 15 euros, a pesar de los desplazamientos masivos de aficiones como las de Murcia, Linares o especialmente Málaga, del que se sacó tajada con el templo nazarí teñido de azul y blanco y una barra puesta desde la mañana para que pudieran los malagueños venir aquí de fiesta a costa del Recreativo.

El malestar en Córdoba es tal que tanto el club como diversas agencias de viajes han cancelado los viajes que ya estaban organizados. Los aficionados que decidan venir tendrán que hacerlo por su cuenta y con esta decisión el club va a terminar perdiendo dinero por querer sacarles demasiado a costa de un equipo "amigo" como debería ser cualquier cuadro andaluz y que sí se está jugando mucho.

Por si no fuera poco, el tercer motivo de discordia es el estado del Nuevo Los Cármenes, que de nuevo tiene ya poco. La concesión a largo plazo del estadio se ha mantenido paralizada, con el club y el Ayuntamiento ignorando el problema (aunque en campaña si que se prometió desde el actual equipo de gobierno actuar en el estadio, algo que no va a ocurrir de momento) mientras la instalación del Zaidín continúa mostrando un aspecto desgastado y descuidado: goteras que proceden directamente de los baños, suciedad y desperfectos, incapacidad de aguantar y evacuar el agua de lluvia...

La afición solo tendrá ganas de que acabe este año negro y el club cambie de rumbo y de dueños, por que el de ahora mismo parece estar sumido en una tormenta, y no son precisamente los responsables de la institución los que más parecen sufrir por ello.