El Capuccino es de esas cafeterías que, no solamente te invitan a regresar gracias a su excelente comida y calidad, sino que además, la invitación viene acompañada de un excelente trato que te hará sentir en casa durante toda tu estancia. El lugar es un histórico en la capital nazarí y cuenta con más de 40 años de tradición.

José Luis Gutiérrez es el cuarto dueño que ha tenido este negocio y es el que más tiempo lo ha mantenido. Ya son 12 años desde que adquirió la cafetería y desde entonces, la ha posicionado como un sitio distinto, único e inigualable en la Calle Arabial.

La tostada de jamón y la de aguacate y salmón.

La tostada de queso y salmón.

José es el creador de la ‘Megatostada’, una idea que surgió de la necesidad de ofrecer un producto exclusivo a los clientes. “Quería hacer algo que fuera grande, que sea rico y que tuviese mucha calidad. Que le diera una novedad al desayuno. Mi idea era innovar en algo que no existiera. Hablé con mi panadero, con el cual, llevo 12 años, y me comentó que podíamos utilizar los bastones, barras de pan más grandes y hechas de forma casera. Así es como nace la megatostada, un producto único, qué además de ser diferente, es muy económico. En los últimos años le hemos tenido que subir el precio por necesidad, pero se ha llegado a vender en 60 céntimos”.

El Capuccino es una cafetería histórica de Granada.

El Capuccino es una cafetería que se ha convertido en una de las favoritas de la zona, su fama precede de la excelente variedad de tostadas que ofrecen para el desayuno y merienda, pero aparte de ello, también cuentan con una deliciosa carta de bocadillos y tapas cien por ciento caseras. “Nos vienen a visitar de otras provincias, por esta zona hay muchos hoteles, la gente nos encuentra por las reseñas de Google. Es gratificante cuando llegan y dicen que nos conocen por la megatostada. Tenemos una gran oferta en bocadiilos con cerveza o con refresco. Manejamos un menú del día muy barato y siempre tenemos algún plato especial diario. Son cosas en las que hemos innovado, no hay que olvidar que somos una cafetería, ese es nuestro fuerte, nuestra esencia, pero cada vez, vamos incluyendo más cosas para poder ofrecer una mejor oferta a nuestros clientes”, nos cuenta José, que también nos habla de lo que piensa de la tapa granadina.

El nombre viene de la famosa bebida Capuchino.

“Mientras no se regale yo lo veo bien. Si una tapa es buena a mi me da igual pagar lo que vale. Cada vez la tapa sale menos rentable, sobre todo, por la situación que estamos pasando los hosteleros. Te digo, yo la tapa la defiendo, pero mientras se cobre bien la bebida. La función de la tapa es dar a conocer la cocina que tienes, el objetivo es que el cliente pida una ración. Lo que más nos piden es la carne en salsa, las migas y los huevos rotos, son los tres platos favoritos de la gente”.

El Capuccino se mantiene gracias a la excelente atención de José, sin embargo, sus tres empleadas son parte fundamental para que el lugar siga brindando esa calidez humana, la cual, se refuerza por la excelente calidad de platos caseros que se pueden disfrutar en la cafetería a diario.

Por si fuera poco, el establecimiento destaca por su extensa terraza que durante el día ofrece la garantía de poder disfrutar del sol y qué mejor que hacerlo acompañado de una rica tostada. “Nos da mucha vida, mucha gente viene porque sabe que va a pasar un rato agradable, no hay mejor mezcla, tomar el sol y beber una cerveza con una tapa casera ¿qué más se puede pedir?, es algo maravilloso”, menciona José, quien por último, nos cuenta la clave de su éxito. “Siempre intentamos innovar y estamos atentos a las sugerencias del cliente. Así la gente no se aburre de venir, damos una atención personalizada a cada cliente que nos visita, eso le gusta a las personas, es muy fácil, si a ti te tratan bien en un sitio, tú vas a regresar a ese sitio. Este bar es una familia, la gente se siente como en su casa”.