Aniversario

Bar Cafetería Valencia, 40 años de tradición familiar en el barrio del Zaidín

  • El lugar se ha convertido en el sitio de referencia de la comunidad de la zona

Antonio y Loli en una foto junto a Naomi y Mónica.

Antonio y Loli en una foto junto a Naomi y Mónica. / Granada Hoy

En un rincón especial del barrio del Zaidín, se encuentra uno de los lugares más emblemáticos de esta zona, el Bar Valencia, un lugar en el que dos hermanos, Antonio y Loli, han tejido una emotiva historia que está próxima a cumplir cuatro décadas de tradición el próximo Día de San José.

Hace 39 años, el Bar Valencia abría sus puertas al público de la mano de un joven hostelero que tenía como sueño abrir su propio negocio. Lo que en principio comenzó como un pequeño establecimiento en una zona en donde el verde del pasto abarcaba todo el barrio del Zaidín, muy pronto se convirtió en el sitio de referencia para los habitantes de la zona que encontraron en el Bar Valencia una novedosa opción.

Una foto de la madre de Antonio y Loli que sus hijos guardan con mucho cariño. Una foto de la madre de Antonio y Loli que sus hijos guardan con mucho cariño.

Una foto de la madre de Antonio y Loli que sus hijos guardan con mucho cariño. / Granada Hoy

Antonio y Lola inauguraron el local en 1984 en una de las zonas que en esa época contaba con una gran expansión comercial, la Buena Vista. De raíces alpujarreñas, precisamente de Yátor y Golco, está joven pareja decidió emprender lo que en su día empezó como un bar y que, hoy en día se ha convertido también en una cafetería de gran renombre en el barrio del Zaidín.

“Mis padres lucharon mucho desde que llegaron a Granada de Seo de Urgel en Lérida. Todo lo que han conseguido en gran parte es gracias a esa constancia y sacrificio que siempre ha caracterizado al pueblo alpujarreño”, nos cuenta Antonio Romera Manrique, uno de los hijos de Antonio y Lola, quien amablemente nos recibió en este histórico lugar.

Antonio Romera junto a su padre en una foto de recuerdo. Antonio Romera junto a su padre en una foto de recuerdo.

Antonio Romera junto a su padre en una foto de recuerdo. / Granada Hoy

Hoy en día, él, junto con su hermana Loli Romera Manrique, han mantenido esta tradición familiar intacta. “Hemos visto crecer a generaciones enteras de clientes”, expresa Loli, quien, junto a Antonio, destaca la importancia de la fidelización de su clientela, los cuales consideran como familia. “El bar se ha convertido en un lugar donde la gente del barrio se siente como en casa”, menciona Antonio detrás de su barra, esa que lo ha acompañado en estos 39 años de historia.

Sin embargo, el camino no ha sido sencillo para esta cafetería y bar familiar, sobre todo, porque los dos hermanos tuvieron que hacerse cargo del negocio cuando sus padres fallecieron hace algún tiempo, un duro golpe que no frenó la ilusión por seguir creciendo, sino todo lo contrario la reavivó al máximo.

En sus casi cuatro décadas de historia, Antonio y Loli se sienten orgullosos de lo que han logrado y del legado que sus padres les han dejado, aunque este legado va más allá de lo material. Han aprendido valores como el sacrificio, la constancia, la humildad y la importancia de mantenerse fieles a sus raíces.

A lo largo de los años, el barrio ha experimentado cambios significativos, con regulaciones y desarrollo en la zona. Esto ha influido en el crecimiento y éxito del lugar, que realmente despegó en los años 90, cuando la clientela comenzó a consolidarse y atraer a más personas.

El lugar se caracteriza por sus tradicionales desayunos. El lugar se caracteriza por sus tradicionales desayunos.

El lugar se caracteriza por sus tradicionales desayunos. / Granada Hoy

La calidad de los desayunos del lugar es uno de los sellos característicos del Bar Cafetería Valencia, las personas pueden disfrutar de una gran variedad de tostadas caseras entre las que destacan las del jamón alpujarreño de Juviles y un delicioso café Cali recién preparado por las mañanas. Por las tardes, el tapeo es lo que impera en este bar, ya que se ofrece una selección de tapas tradicionales y emblemáticas que siguen cautivando a los habitantes de la zona después de 40 años.

Así también, el lugar cuenta con una surtida variedad de pasteles Robles de Santa Fe para los fanáticos de los dulces y las meriendas.

Hoy en día, el bar sigue siendo un punto de encuentro para los aficionados al deporte. “Los momentos más ocupados suelen ser antes de los partidos, cuando los clientes se reúnen para disfrutar de la atmósfera y del buen rollo que se respira”, resalta Antonio, quien también nos contó los momentos difíciles que vivieron durante la pandemia del 2020.

“La pasamos realmente mal, sin embargo, supimos salir adelante con esfuerzo y dedicación”. Ante esta situación, tuvieron que tomar la decisión de incorporar personal externo para mantener el negocio en marcha y seguir dando empleo a personas que lo necesitan, es así como Naomi y Mónica llegaron al Bar Cafetería Valencia.

Ambas expresan su gratitud por formar parte de esta gran familia y valoran la confianza y el apoyo que Antonio y Loli les brindan. Además, enfatizan la importancia de la cercanía con los clientes y la satisfacción que les proporciona trabajar en este establecimiento. Los hermanos Romera Manrique también cuentan con el apoyo de familiares y amigos quienes les han tendido una mano en los momentos más difíciles.

En definitiva, esta una historia digna de contarse. Este lugar es más que un simple negocio, es un sitio donde la tradición, la familia y la comunidad se entrelazan. Antonio y Loli han forjado una historia de 40 años llena de valores y dedicación. Su legado es un testimonio de cómo el trabajo duro, la constancia y la humildad pueden crear un lugar especial que perdure en el tiempo.

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