Aromas y sabores
  • El ruido del descorche de una botella de espumoso es intrínseco a cualquier celebración, y qué decir de las Navidades

  • Hay muchos tipos, orígenes y por supuesto precios que difieren enormemente entre unos y otros y hoy les explico el porqué

Vinos para celebrar la Navidad: espumosos

Una botella de espumoso al ser descorchada Una botella de espumoso al ser descorchada

Una botella de espumoso al ser descorchada / A. S.

Escrito por

Margarita Lozano

Los vinos espumosos son aquellos que, a diferencia de los vinos tranquilos, retienen una dosis importante de dióxido de carbono (CO2) disuelto cuando termina su elaboración. Este dióxido de carbono es el responsable de las burbujas que percibimos.

En función del procedimiento utilizado para obtener dichas burbujas podemos inicialmente clasificar los vinos espumosos en dos grandes grupos: aquellos que las obtienen por un procedimiento exterior al vino y aquellos otros que utilizan el propio vino para conseguirlas.

En el primer caso, gasificamos un vino tranquilo mediante la inyección de dióxido de carbono de origen químico, en un tanque presurizado. Esta es la forma más básica, fácil y barata de conseguir burbujas. Los vinos elaborados con este procedimiento industrial reciben el nombre de vinos espumosos gasificados y habitualmente son de inferior calidad o destinados a la venta a granel.

En el segundo caso hablaremos de vinos espumosos naturales ya que mediante diferentes técnicas y procesos naturales, físicos o biológicos, las burbujas se consiguen a partir del propio vino. Para ello se utilizan diversos métodos de elaboración pero la mayoría de ellos implican la realización de dos fermentaciones alcohólicas. Con la primera fermentación conseguimos un vino que denominamos vino base. Con la segunda fermentación conseguimos, a partir del propio vino, el dióxido de carbono que posteriormente formará las burbujas. Estos vinos espumosos además tienen que elaborarse mediante técnicas que bajo presión, disuelvan ese dióxido de carbono en el vino. Por todo lo anterior, podemos considerar que los vinos espumosos están entre los más técnicos y complejos de elaborar, desde el punto de vista de la enología.

Las peculiaridades de cada uno de los métodos de elaboración utilizados para crear y disolver el dióxido de carbono en el vino es uno de los principales elementos que marcan las distintas calidades y precios en los vinos espumosos. La diferencia en tamaño, consistencia y persistencia de las burbujas que forma el dióxido de carbono integrado en el vino marcará su carácter. Los vinos espumosos naturales se elaboran desde hace muchos años, en multitud de zonas geográficas y con diferentes variedades de uva. Gracias a la gran diversidad de climas, suelos y variedades de las zonas de producción nos encontraremos con vinos de muy diferentes estilos.

Los vinos espumosos naturales se diferencian entre ellos principalmente por:

  • Su color. La gran mayoría son blancos, en ocasiones elaborados con variedades de uvas tintas (es lo que se llama Blanc de Noirs – es decir, “blanco de tintas”- y rosados.
  • El nivel de azúcar residual (dosage) que marca su dulzor. Según este parámetro, en la etiqueta se indicará la categoría:

- Brut Nature: Hasta 3gr por litro (sin azúcar añadido)

- Extra Brut: Hasta 6gr por litro

- Extra Seco: Hasta 12gr por litro

- Seco: Entre 17 y 32gr por litro

- Semi-Seco: Entre 32 y 50 gr por litro

- Dulce: Más de 50gr por litro

Antes de conocer los diversos métodos de elaboración es importante destacar el hecho de que probablemente los primeros vinos espumosos que se bebieron fueron fruto de la casualidad y no de la pericia del hombre por producirlos. Hace cientos de años alguien embotelló por error un vino que aún no había terminado la fermentación alcohólica y creó accidentalmente el primer vino espumoso, ya que las levaduras consumirán entonces el azúcar aún presente en el vino, para convertirlo en alcohol. En este proceso se creará dióxido de carbono que permanecerá en el vino ya que no puede escapar de la botella. Los primeros elaboradores fueron de la región francesa de Champagne, y pudieron recrear de forma controlada este proceso, seguro que a partir de multitud de accidentes, hasta convertirlo en el primer método utilizado en la historia para elaborar vinos espumosos. Como digo es la técnica de elaboración de vinos espumosos naturales más antigua que conocemos y por eso recibe el apropiado nombre de Método Ancestral. Variaciones en esta técnica, que incluyen la eliminación de los restos de levaduras en el vino o la utilización de tanques durante la elaboración, han dado lugar a otros métodos, como el Método Dioise y el Método Gaillacoise en Francia o el Método Asti en Italia, por los que se elaboran vinos espumosos muy conocidos.

A diferencia del Método Ancestral y similares, basados en una sola fermentación, los tres métodos más importantes y más utilizados para crear vinos espumosos naturales parten de un vino ya elaborado, es decir que sí ha finalizado la fermentación alcohólica. Habitualmente ese vino base estará compuesto por una mezcla de diferentes vinos, que en muchas ocasiones provienen de diferentes variedades de uvas y que incluso han podido envejecer en madera. Estos métodos se conocen como Método Tradicional, Método Transfer y Método Charmat.

El Método Tradicional es el más costoso entre los vinos espumosos pero también el más apreciado y valorado en términos de calidad y precio. Los vinos más conocidos elaborados con este método son: Champagne y Crémant de Francia, Cava en España, Franciacorta y Trento en Italia o Cap Classique en Sudáfrica, entre otros.

El método Transfer no es intrínsecamente peor que el de segunda fermentación en botella pero, dado su carácter industrial y el evidente ahorro de costes que conlleva, se utiliza para grandes producciones de vinos enfocados a gamas bajas de precios. Los espumosos más conocidos elaborados así son el Prosecco y el Lambrusco en Italia.

El Champagne, además de ser el primer espumoso producido, es el más conocido y reconocido internacionalmente. Durante siglos ha subyugado a famosos personajes que, desde la famosa exclamación "¡Estoy bebiendo estrellas!", atribuida a Dom Perignon (supuesto "descubridor" de esta bebida, por casualidad) nos han dejado perlas como estas:

- "Champagne: en la derrota lo necesitas, en la victoria lo mereces". Napoleón Bonaparte (parafraseado más tarde por Sir Winston Churchill)

- "Sólo bebo champagne en dos ocasiones: cuando estoy enamorada y cuando no lo estoy". Coco Chanel

- "Llega un momento en la vida de una mujer en el que lo único que ayuda es una copa de champagne". Bette Davis

- "El champagne es el único vino que embellece a la mujer después de beberlo". Madame de Pompadour

-"Las grandes historias de amor empiezan con champagne". Honoré de Balzac

- "Sólo las personas poco creativas fallan al encontrar una razón para tomar champagne". Oscar Wilde 

Así que estas Navidades, brindemos con burbujas y "¡¡¡bebamos estrellas!!!".

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